• Biografía y contexto

La vida de Alejo Carpentier se enmarca en pleno siglo XX, entre 1904 y 1980. Más allá de los problemas de su lugar de nacimiento, Alejo tiene una gran conciencia de ser cubano, ya que en La Habana pasó su infancia y adolescencia. “Su vida y su obra están estrechamente vinculadas a La Habana, París (donde murió siendo embajador de su país) y Caracas”[1], capitales de tres países, que junto a Haití y México, marcarán la vida y obra del autor.

La Habana será donde iniciará su carrera periodística en 1921, que marcará toda su obra, incluso en su primer exilio en París donde “sobrevivió trabajando como técnico en radiodifusión y grabaciones musicales, y como corresponsal de revistas habaneras”[2]. En la capital francesa conoció la cultura europea, contra la que en esta obra querrá romper en defensa de Latinoamérica. Esta crítica al surrealismo francés se encuentra en el principio del prólogo de la obra donde hace referencia a la “acotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas”[3].

Su segunda larga estancia en su país, de 1939 a 1945, es interrumpida por el viaje narrado en el prólogo de su obra El reino de este mundo realizado en 1943 a Haití, del que será fruto esta obra suya, ya que “lo que cuenta la novela está básicamente en los libros de historia haitiana: el régimen colonial francés, las rebeliones de Mackandal y Boukman, la campaña militar del General Leclerc, la monarquía negra de Henri Christophe, etc.”[4] En este viaje el autor descubre lo que llamará ‘lo real maravilloso’ que consiste en la fe en que en la realidad americana existen fenómenos maravillosos, sin explicación racional, que forman parte de la cultura, y que aparecen en este continente debido a “la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontología, por la presencia fáustica del indio y del negro, por la Revelación que constituyó su reciente descubrimiento”[5]. Su experiencia europea lleva al autor a contraponerla con esta nueva visión de la realidad que descubre en este viaje.

La historia real y la ficción se mezclan de manera perfecta para crear lo real maravilloso en la narración de esta obra que termina en Caracas,  última ciudad importante en su vida, donde se autoexilió. Sin embargo, la vida de nuestro autor llegará a su fin en su país, aunque morirá en París desempeñando su cargo de embajador.

  • Estructura de la obra:

Para conocer el concepto de “lo real maravilloso” y la diferencia entre historia y ficción en la obra, es necesaria una estructuración del texto en cuatro partes. Al final del prólogo dice que en su obra “narra una sucesión de hechos extraordinarios, ocurridos en la isla de Santo Domingo, en una determinada época que no alcanza el lapso de una vida humana, dejándose que lo maravilloso fluya libremente de una realidad estrictamente seguida en todos sus detalles”[6].

En la primera parte encontramos a Ti Noel, esclavo negro y protagonista, rodeado de “cabezas” y atraído por un grabado de la tienda junto a la peluquería de su amo Mezy, que representaba a un embajador recibido por un negro. El recuerdo de su amigo Mackandal, otro esclavo, lo lleva a comparar a su rey con el de los países europeos, cuyos reyes no eran tan valientes. Tras el incidente con el molino, tuvieron que amputar la mano izquierda de Mackandal, que fue mandado a cuidar del ganado. Allí Ti Noel escapaba para encontrarlo, hasta que el incidente con el perro provocó la huida de Mackandal y el final de sus historias, hasta el día en que una vieja le trajo la gran noticia. Ti Noel fue a buscarlo a la cueva donde escondía, pero al volver se encuentra con el envenenamiento de los animales de la hacienda, y de los colonos. Aunque después de ser acusado buscaron a Mackandal, que se escondía en la piel de animales, fue la reaparición del manco en la boda de su antiguo amo, la que provocó su muerte en la Plaza Mayor, que seguiría vivo en la leyenda de su pueblo.

La segunda parte, veinte años después de lo acontecido, narra el maltrato sufrido por los esclavos de la haciendo con la llegada de la tercera esposa de Mezy, un actriz fracasada. Estos, con la memoria de Mackandal, en su congreso clandestino liderado por Bouckman, empezaron a reivindicar sus derechos tras un pacto. El sonido de una trompa de caracol señalaba el comienzo de la sublevación, que llevó a Ti Noel a violar a la esposa de su amo. La salida de Mezy de su escondite coincidió con la ejecución del nuevo líder Bouckman. Su llegada a tiempo salva a Ti Noel y a otros esclavos de la muerte, que empezará a vender en su viaje a Santiago de Cuba. La llegada de Paulina Bonaparte a la ciudad era inminente, pero la muerte de su peluquero y la enfermedad y muerte de su marido Leclerc, lo truncó todo, llegando a confiar en el negro Solimán hasta llegar a la locura. Su marcha le llevó a un estado extremo de lujuria.

En la parte tercera, siendo Ti Noel libre por fin, marcha a nuevas tierras donde reinaban los negros, a la hacienda de su antiguo amo. Cerca de allí encontró el palacio del rey Henri Christophe, el antiguo cocinero negro. Lo capturó y lo esclavizó de nuevo. Tras trabajar doce años escapó a la antigua hacienda, donde tras la muerte de Cornejo Breille, vuelve a la normalidad. Una nueva insurrección surgió y el rey se suicida con un balazo.

La familia del rey, en la cuarta parte, se va a Roma, mientras que Ti Noel y los demás habían saqueado el palacio. Envejecido, Ti Noel en la hacienda de su amo y vestido con la casaca de Henri, recuerda las hazañas de Mackandal. Su conversión de monarca de su propia hacienda cambia con la llegada de unos agrimensores y entró en una situación de locura. Tras volver de su transformación en ganso llega a la conclusión, viendo su vida pasar, de que la grandeza del hombre está en querer mejorar lo que es. Nadie volvió a saber más de él.

  • Lo real maravilloso: mezcla de historia y ficción

La mezcla de la realidad histórica con rasgos ficcionales tiene su único y más perfecto ejemplo en el continente americano, según nos cuenta Alejo en el prólogo de su obra El reino de este mundo. “En la novela se unen dos planos: el realista que quiere destacar el autor y el mágico que se halla representado en los personajes”[7], de manera que el autor altera la realidad histórica con la introducción de personajes históricos y otros ficticios. Tras su estancia europea, el viaje realizado a Haití abrió ante los ojos una nueva realidad, totalmente diferente de la ya conocida por el autor. Lo real maravilloso “no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de la América entera”[8], como hemos dicho en la introducción del trabajo.

Con la invención de este término novedoso, Carpentier quiere expresar la aparición en la realidad histórica de América, de otra visión o forma de expresarla, donde a través de leyendas se ve la historia como algo maravilloso, llena de connotaciones mágicas y legendarias. En el continente se da la asombrosa mezcla entre los hechos históricos y las creencias mágicas. Las realidad que se encuentran en los documentos se cohesionan con las fantasías.

Los relatos narrados en la novela provienen de la historia de independencia haitiana donde “no solamente se respeta la verdad histórico de los acontecimientos, los nombres de los personajes  –incluso secundarios-, de lugares y hasta las calles, sino que oculta, bajo su aparente intemporalidad, un minucioso cotejo de fechas y de cronologías”[9]. Realidad y ficción se entrelazan en este periodo concreto de la historia, del cuál con rigurosidad histórica el autor extrae los momentos más significativos. De esta manera, el relato se sitúa históricamente “algunos años antes de la revolución francesa, y termina años después de 1820. Las acciones comprendidas en la novela abarcan un periodo de sesenta años aproximadamente donde se narra con precisión una serie de secuencias históricas de Haití, durante la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX”[10].

La primera parte, que va desde la esclavitud de ambos amigos hasta la muerte de Mackandal, es cronológicamente anterior a la revolución de 1791 y posterior a la colonización francesa de la isla desde finales del siglo XVII. En esta parte encontramos hechos históricos como las reuniones mantenidas por los esclavos negros para su liberación, anteriores a la gran revolución.   “En agosto de 1791, luego de una gigantesca asamblea de esclavos realizada en el Bois Caiman y que culminara con una también gigantesca ceremonia vodú, estalló la primera revolución independentista de América Latina: la de Haití”[11]. Sin embargo, otras muchas revueltas se dieron con anterioridad a este hecho. Entre estas rebeliones, se encuentra la encabezada por Francois Mackandal, personaje de la obra que estamos analizando. Este personaje, histórico, fue uno de los llamados esclavos “cimarrones” que escaparon de sus amos para vivir una vida en libertad, como se demuestra con su huida a la cueva en la obra. Fue capaz de reunir a numerosos negros para entrar en batalla y envenenó a muchos blancos, hasta que tras una acusación se pudo finalmente capturar. Mackandal es condenado a muerte y “murió quemado en el patíbulo en marzo de 1758”[12]. Dentro de su muerte Alejo incluye un elemento maravilloso que es su transformación, como lo había realizado anteriormente, en un animal, exactamente en un mosquito.

En esta parte nos encontramos también con uno de los personajes ficticios más importantes, que nos acompañará como hilo unificador durante toda la obra. Ese personaje es Ti Noel, “uno de los protagonistas importantes, elemento de ficción con el cual Carpentier señala el proceso histórico de Haití hasta transformar la historia en un proceso real maravilloso»[13]. Es un esclavo negro, como Mackandal, con el que compartirá conversaciones en esta primera parte de la obra e incluso ideales. Su encuentro con la bruja Maman Loi que le revela el escondite de su amigo huido será otro de los relatos maravillosos de la obra.

La segunda parte se encuadra entre 1971, fecha de inicio de la revolución haitiana, y 1802, fecha de la muerte del general Leclerc, de la vuelta de su esposa a Francia. Aparecen de nuevo en esta escena varios personajes y hechos históricos. “En agosto de 1791 el sacerdote vudú Boukman convocó a una asamblea con 200 delegados de plantaciones norteñas, donde se coordinó la insurrección de los esclavos contra sus amos”[14] que provocará una de las mayores insurrecciones de esclavos negros de la historia haitiana. Todo esto provocó que Napoleón, en su afán de construir un gran imperio, mandara al general Leclerc, que poco antes había casado con su hermana Paulina Bonaparte.

Estos dos últimos personajes pertenecen a la realidad histórica de la época, e incluso Carpentier es capaz de hablar, en la minuciosa historia que narra, de las relaciones extramatrimoniales que Paulina tiene con otros hombres. Alejo es capaz de adornar de forma maravillosa la historia en el oscuro barco, narrando las maravillas de aquel mar antillano. La fascinación del autor por la historia de ambos esposos, le lleva a acabar este capítulo con una historia real, pero a la vez maravillosa. Tras la huida de Paulina a la isla de Tortuga donde tuvo una casa, su esposo, el general, muere de fiebre amarilla. La locura real de Paulina es vista a los ojos del lector como inconcebible esta dama de alta alcurnia.

La tercera parte se encuadra durante el reinado de Henri Christophe, que duró desde su autoproclamación en 1811, hasta su suicidio en 1820. Este “antiguo esclavo y soldado de las luchas contra los franceses, estableció en el norte el Estado de Haití, territorio que en el año 1811 se transformaría en el Reino de Haití, al tiempo que se proclamaba rey con el nombre de Henri I”[15]. Alejo Carpentier utiliza esta figura histórica como uno de los personajes de la novela, donde utiliza aspectos históricos como su gran castillo y su suicidio con una bala de oro. Su cambio de actitud durante la novela es muy significativo. Aunque era un esclavo negro que trabajaba como cocinero, tras las revueltas se vuelve un dictador, y vuelve a esclavizar a los negros. Ya no es un blanco que esclaviza a un negro, sino que son los propios negros, que han organizado revueltas para la libertad de la población negra, los que esclavizan a los de su propia raza.

De todas las partes de la obra, quizá la cuarta parte es en la que más se “ficcionaliza” la historia. La vuelta histórica de Paulina Bonaparte a Roma, se mezcla con la monarquía ficticia del protagonista que ha ejercido de hilo conductor de la obra. “Al final de El reino de este mundo, Ti Noel, en un momento de iluminación, llega a comprender que <<la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es>>; en imponerse tareas, a sabiendas de que nunca saciará su sed de felicidad y justicia”[16]

  • Conclusión

La lectura de la obra te lleva a comprender la pretensión de Carpentier de convertir lo real en maravilloso, y lo maravilloso en real. A través de esta forma de narración el autor, además de sorprender al lector y maravillarlo con su historia, donde la pregunta sobre lo que es real y lo que no, aturde al lector, Alejo denuncia la realidad esclavista de la época y aboga por la defensa de los derechos de los negros. Así Carpentier demuestra que lo maravilloso es capaz de afectar a la realidad que viven algunos pueblos, en este caso, la legendaria historia de Mackandal llegó a provocar una de las mayores revueltas que ha cambiado la historia de Haití.


[1] Oviedo, 2001, p.508.

[2] Oviedo, 2001, p.508.

[3] Carpentier, 1973, p. 3.

[4] Oviedo, 2001, p.513.

[5] Carpentier, 1973, p. 7.

[6] Carpentier, 1973, p. 7.

[7] Thesaurus, 1978, p. 321.

[8] Carpentier, 1973, p. 6.

[9] Carpentier, 1973, p. 7.

[10] Thesaurus, 1978, p. 320.

[11] Gruner, p. 1

[12] Pinto, p. 3

[13] Thesaurus, 1978, p. 6

[14] Bel, 2010, p. 61

[15]  Bel, 2010, p. 68

[16] Shaw, 2008, p. 88.

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