En su Introducción nos describe El Sistema Preventivo en la educación de la juventud, publicado en 1877 como: ‘’un tesoro pedagógico para la Familia Salesiana y un clásico en la historia de la educación’’[1].
No sólo limitándolo a una porción de la sociedad como es la Familia Salesiana, ni siquiera para los salesianos de don Bosco, sino que va más allá y lo califica como clásico, es decir, un libro de gran importancia para toda la historia de la educación.
Comenzaremos haciendo una síntesis de su introducción dividida en tres bloques: origen y difusión del escrito, valor y límites del escrito, y clima cultural en el que se redactó el escrito.
Origen y difusión del escrito
En este primer punto se nos narra el origen de este texto: ‘’el trabajo tenía cierta relación con un discurso o exposé pronunciado por Don Bosco, en la solemne inauguración de la nueva sede (Place d’Armes) del Patronage de Saint-Pierre en Niza, primera obra salesiana en Francia’’[2].
En Niza comienza don Bosco su primera exposición y síntesis de todo lo que él había estado practicando en sus oratorios y que había vivido desde los inicios de su trato con los chicos, simbolizado en el encuentro con Bartolomé Garelli.
Desde su asentamiento en Valdocco, el santo no había escrito tan claramente su manera de educar, sino que era más bien un aprendizaje que sus seguidores hacían en sus oratorios. Así, completaría este discurso de Niza días más tarde, ‘’probablemente desde la casa de Varazze (Savona) o de San Pierdarena (Génova)’’[3].
Y así en abril de 1977 pudo llegar a Niza para ser difundido y traducido. ‘’La primera edición del escrito sobre El Sistema Preventivo apareció en el verano de 1877, en un volumen que recogía también otros documentos’’[4] y de ahí pudo ser enviado a las diversas casas de la congregación con el fin de que los salesianos pudieran recurrir a él con mayor facilidad y ver las indicaciones de su padre don Bosco.
Como curiosidad nos narra José M. Prellezo dos hitos:
- ‘’En 1985 se publicó la edición crítica del documento original’’[5] que es el texto crítico de don Pietro Braido.
- ‘’La traducción castellana del texto apareció en 1994’’[6].
Valor y límites del escrito.
Como nos dice Prellezo, esta obra es la primera muestra donde ‘’el educador piamontés traza un diseño del Sistema Preventivo aplicado en sus instituciones educativas’’[7] ya que el sistema utilizado por don Bosco en sus oratorios no había sido nunca escrito sino más bien vivido y respirado por todos aquellos que pudieron vivir en su obra y que pudieron conocerlo.
‘’No trata de exponer orgánica y exhaustivamente el tema’’[8] sino que a través de esta pequeña obra trata de exponer de forma sintética los caminos que quiere seguir. De manera simple y sencilla, y además, muy concreta y fácil de entender, el autor nos expone su visión de su sistema pedagógico, que tendrá tanto valor para todos aquellos que han querido vivir su carisma a lo largo de la historia y que quieren vivir hoy en día con el espíritu del educador salesiano.
Aunque tengamos que leer muy detenidamente este documento para entender bien lo que don Bosco quería vivir en sus obras, tenemos que descartar ‘’el cerrarse en él, olvidando que el autor –tanto al aludir a sus casas de educación, como al considerar el escrito un índice de una obrita que no llegó a concluir- invitando a dedicar la debida atención a otros escritos y, de manera especial, al libro de la experiencia’’[9].
Es a través de esta experiencia que sus hijos han aprendido a vivir su sistema. Don Bosco insistía en que los directores de las casas fueran educados en Valdocco o por aquellos que habían respirado el espíritu vivido desde los inicios de esta obra.
Porque el Sistema Preventivo no se trata sólo de una aplicación de ciertas pautas que su escritor da y los demás seguimos de alguna forma, sino que se trata de una vivencia espiritual que nos lleva a apostar por este proyecto y a vivirlo como forma de vida y no por ideología.
Además, los salesianos deben seguir, como han hecho siempre, reflexionado sobre cómo aplicar todo el legado de don Bosco a los jóvenes y a las obras y circunstancias en las que se encuentran en cada momento de la historia, porque como veremos ahora, el escrito tiene un momento cultural concreto que ha variado bastante desde que se escribió el escrito.
Y es que ‘’Don Bosco no podría dejar de pensar en los colegios e internados que estaban difundiéndose vigorosamente en muchos países de Europa y de Hispanoamérica’’[10] cuando estaba escribiendo su obra, y por ello estará muy influenciado por su contexto y la forma en que estaban configuradas sus obras. De ahí que en cada momento de la historia todos sus hijos hayan tenido que seguir reflexionando y valorando este escrito para poder contextualizarlo en cada momento.
Clima cultural en que se redactó el escrito
Como se ha dicho es un escrito publicado en el año 1877. Para no volver a explicar el contexto que hemos expuesto anteriormente, señalaremos sólo algunos puntos señalados por Prellezo sobre el Sistema Preventivo y el Sistema Represivo. Porque como vemos al inicio de este escrito don Bosco hace la diferencia entre estos dos sistemas:
‘’Dos sistemas son usados en todos los tiempos para educar a la juventud: Preventivo y Represivo. El Sistema Represivo consiste en hacer conocer la ley a los súbditos, después vigilar para conocer a sus trasgresores e imponer, donde proceda, el merecido castigo. En este sistema las palabras y el aspecto del superior deben ser severos, y más bien amenazadores, y él mismo debe evitar cualquier familiaridad con sus dependientes’’[11].
Este Sistema Represivo, explicado por don Bosco claramente en estas líneas, será la posición contraria a aquella que el santo propondrá. Los puntos que Prellezo propone que considero interesantes tratar aquí son cuatro:
- No era la primera vez que se contrataban estos dos sistemas educativos ya que ‘’el periódico francés Moniteur, el 13 de abril de 1844, reseñaba la intervención de un senador católico, quien calificaba la educación pública más bien represiva y la educación domestica como esencialmente preventiva’’[12].
- En 1764, el penalista italiano Cesare Beccaria escribía que ‘’el medio más seguro de prevenir los delitos es perfeccionar la educación’’[13].
- Monseñor Félix-Antoine Dupanloup decía que ‘’en todas las sociedades civilizadas se ha sentido siempre la necesidad no sólo de reprimir el mal, conteniendo las pasiones con el freno del castigo, sino también de prevenirlo, dotando de virtudes a los hombres mediante la educación’’[14]. Su libro De l’education fue utilizado por ‘’el primer profesor de pedagogía de los jóvenes salesianos, G. Barberis’’[15].
- La obra ‘’Avvertimenti agli educatori degli ecclesiastici’’ de Alessandro Teppa es también reconocida en esta época. ‘’El autor, religioso barnabita, privilegia en la educación la vía de la dulzura y de la persuasión’’[16].
[1] J.M. Prellezo, El Sistema Preventivo en la educación de la juventud, Central Catequística Salesiana, Madrid 2012, 5.
[2] Ibídem, 8.
[3] Ibídem 8.
[4] Ibídem 10.
[5] Ibídem 11.
[6] Ibídem 11.
[7] J.M. Prellezo, El Sistema Preventivo en la educación de la juventud, Central Catequística Salesiana, Madrid 2012, 12.
[8] Ibídem 12.
[9] Ibídem 12-13.
[10] Ibídem 13.
[11] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 393.
[12] J.M. Prellezo, El Sistema Preventivo en la educación de la juventud, Central Catequística Salesiana, Madrid 2012, 14.
[13] Ibídem 14.
[14] Ibídem 15.
[15] Ibídem 15.
[16] Ibídem 17.