Encontramos en el artículo 40 de las constituciones salesianas la forma de actualizar el sistema preventivo:

 ‘’Don Bosco vivió una típica experiencia pastoral en su primer oratorio, que para los jóvenes fue casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida, y patio donde se comparte la amistad y la alegría. Al cumplir hoy nuestra misión, la experiencia de Valdocco sigue siendo criterio permanente de discernimiento y renovación de toda actividad y obra’’.

Para una profundización en estas cuatro dimensiones que deben estar presentes para que la educación sea eficaz, haré referencia a un comentario de Gianni Ghiglione[1] que precisamente lo explica muy detalladamente y al Cuadro de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana.

CASA QUE ACOGE

La casa salesiana es el lugar en el que cada uno es considerado persona. Así la historia, la vida de cada uno es el lugar sagrado donde habita Dios. Por ello, si queremos acoger a todos es necesario que estemos presentes de forma educativa para poder crear un ambiente donde las personas se respeten y tengan relaciones sanas y cordiales, es decir, ‘’un ambiente rico de confianza y familiaridad’’[2]. En definitiva es la vivencia de una experiencia que hemos llamado siempre el espíritu de familia.

Desde la dimensión de acogida el oratorio, o aquel lugar donde se practique el sistema preventivo, es un lugar de amistad que surge del diálogo, la escucha y la mutua comprensión. A través de una ‘’relación afectuosa y significativa’’[3] los jóvenes crecen de forma progresiva gracias a todas las propuestas que encuentran.

Termina el comentario de Gianni Ghiglione refiriéndose a la casa como lugar de alegría: ‘’la alegría es para don Bosco el undécimo mandamiento. Una alegría que nace de la relación de confianza y colaboración entre los jóvenes y sus educadores y se fundamente en la presencia del Señor en la vida de todos los días y en la materna asistencia de María’’[4].

De todo esto deducimos que el sistema preventivo de don Bosco se actualiza hoy mediante el ‘’sentirse como en casa’’ en todas nuestras obras y en los sitios donde se encuentre el carisma salesiano.

PARROQUIA QUE EVANGELIZA

En todos los ambientes donde se practique el Sistema Preventivo se tiene que respirar un aire de valores cristianos, practicados y propuestos a todos, ‘’donde la fe es vivida diariamente con espontaneidad y normalidad, testimoniada ante todo por la comunidad educativo-pastoral’’[5].

Nos propone Ghiglione cosas que se descubren en un ambiente salesiano evangelizador: los valores cristianos, un camino cristiano de educación y catequesis adecuado, la propia vocación, una comunidad, un encuentro con los más alejados y un encuentro con un Dios simpático.

Podríamos deducir que el Sistema Preventivo de don Bosco se actualiza en el lenguaje de hoy mediante el encuentro con un Dios misericordioso y un ambiente repleto de valores humanos y sobre todo cristianos.

PATIO DONDE VIVIR LA AMISTAD Y LA ALEGRÍA

Quizás es este el rasgo más genuino, evidente y sensible de nuestro carisma, y a la vez, más actualizable del Sistema Preventivo. No podemos concebir una casa salesiana donde no existan grandes patios donde los jóvenes tengan ‘’amplia facultad de saltar, correr, gritar a su gusto’’[6].

El patio es ‘’el lugar apropiado para la atención personalizada a cada muchacho o joven mediante la palabrita al oído, el lugar donde la relación educador-joven supera el formalismo propio de otras estructuras, ambientes y roles’’[7].

Y cómo no, es un lugar donde se vive la alegría y la fiesta. Recordamos la frase que el mismo don Bosco pone en boca de Domingo Savio cuando escribe su vida: ‘’debes saber que nosotros aquí hacemos consistir la santidad en estar muy alegres’’[8].

ESCUELA QUE EDUCA PARA LA VIDA

‘’La experiencia de la escuela adquiere calidad cuando ofrece los recursos necesarios para que cada joven desarrolle sus capacidades y las actitudes fundamentales para la vida en la sociedad’’[9].  Así, la escuela es el lugar donde podemos hacer a los jóvenes protagonistas de su propia vida y a la vez educarlos para vivir en sociedad. Recordamos la frase de don Bosco que resume el fin de su Sistema Preventivo que no es más que hacer a los jóvenes ‘’buenos cristianos y honrados ciudadanos’’[10].


[1] G. Ghiglione, Don Bosco, il sistema preventivo. Maestro per l’educazione, Editrice Elle Di Ci, Torino 1999,25-30.

[2] Dicasterio para la pastoral juvenil salesiana, Cuadro de Referencia, Opere Don Bosco, Roma 2014, 129.

[3] Dicasterio para la pastoral juvenil salesiana, Cuadro de Referencia, Opere Don Bosco, Roma 2014, 129.

[4] G. Ghiglione, Don Bosco, il sistema preventivo. Maestro per l’educazione, Editrice Elle Di Ci, Torino 1999,27.

[5] Dicasterio para la pastoral juvenil salesiana, Cuadro de Referencia, Opere Don Bosco, Roma 2014, 130.

[6] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 394.

[7] Dicasterio para la pastoral juvenil salesiana, Cuadro de Referencia, Opere Don Bosco, Roma 2014, 131.

[8] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 964.

[9] Dicasterio para la pastoral juvenil salesiana, Cuadro de Referencia, Opere Don Bosco, Roma 2014, 130.

[10] J. Bosco, Piano di regolamento per l’oratorio, Memorie Biografiche 11, 46.

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