Más adelante veremos en qué consiste el Sistema Preventivo de don Bosco y una de las ediciones críticas, por ello no haremos ahora alusión al mismo, pero sí a cómo lo han vivido los salesianos en la Congregación desde el rectorado de Miguel Rúa.

En el rectorado de don Miguel Rúa (1888-1910), a pesar de que ‘’podemos quizás estar inclinados a pensar o imaginar posiciones monolíticamente uniformes entorno al Sistema preventivo’’[1], en realidad no era así. Don Cerruti y Don Barberis ayudaron a don Rúa a preservar el espíritu de don Bosco, manteniendo una educación humanista de escritos clásicos latinos e italianos, frente a la tendencia contraria de ‘’amor a la novedad’’[2]. El nuevo rector mayor se preocupó por que los nuevos salesianos tuvieran la mayor formación posible y que conservasen siempre ‘’la heredad pedagógica recibida’’[3] del fundador.

Don Giulio Barberis recoge unos primeros apuntes usados en los noviciados, que aprobados por el don Rúa, demuestran ‘’el interés de estos por los estudios pedagógicos’’[4]. Estos apuntes serán los primeros usados, incluso en los noviciados de España, y que darán un fundamento a los estudios de pedagogía de los primeros salesianos. Y es que don Rúa tenía un gran interés en que en las casas de formación hubiera una buena preparación pedagógica.

Otra de las novedades que se introducen en este rectorado es el llamado ‘’trienio o tirocinio practico’’[5], donde se invita a los clérigos a realizar tres años de vida pastoral en las casas particulares, aunque debido al interés por formar buenos salesianos y ‘’para evitar el eventual riesgo de perder, en el período de vida activa, el amor al estudio’’[6] se establecen lecturas y estudios de autores latinos y obras filosóficas.

            Durante el rectorado de don Paolo Albera (1910-1921) viendo la necesidad de no descuidar los estudios insistió en que el Sistema Preventivo era un elemento de espiritualidad y se centró ‘’en particular en el espíritu de piedad’’[7] donde según éste se apoyaría este sistema.

Así hablando de una pedagogía inspirada por el Señor, la presenta como ‘’nuestra heredad más preciosa’’[8]. Pero aunque ya se dieron algunos encuentros con Monseñor Cagliero sobre la pedagogía, tomarán ahora inicio una serie de congresos y un  gran interés por hablar sobre lo que él llama ‘’la instrucción de la mente y la educación del corazón de los jóvenes’’[9].

En este rectorado destacan ‘’la fundación del PAS[10] (1940), y dentro del mismo, del Istituto Superiore di Pedagogia (1941)’’, y ‘’la urgencia de enviar a algún hermano particularmente dotado a especializarse en pedagogía’’[11]. Entre estos hermanos encontramos a don Sante Garelli y don Vicenzo Cimatti.

En el rectorado de don Filippo Rinaldi (1921-1931) debido a la crítica por parte de algunos de la ‘’falta de un verdadero texto de pedagogía salesiana’’[12] se empieza a estudiar más a don Bosco con el fin de comprenderlo más.

Tiene lugar un encuentro de directores donde se muestra el gran interés por el Sistema Preventivo, y a pesar de voces diversas, la mayoría cree que no se necesitan ‘’nuevas normas para perfeccionar el método ya que éste se deformaría. El Sistema salesiano fue inspirado en don Bosco desde el sueño de los nueve años y por tanto es sagrado’’[13].

Así se hacen reflexiones en el Consejo General sobre el sistema preventivo y se insiste en el estudio de la pedagogía y de la importancia de ser educadores que aprenden desde la práctica.

En el rectorado de don Pietro Ricaldone (1931-1952) tiene lugar un ‘’paso decisivo’’[14] y es el que más importancia da al Sistema Preventivo, sobre todo, a su estudio y reflexión. No sólo se crea en 1941 el ‘’Istituto Superiore di Pedagogia dentro del PAS’’[15].

En la reunión capitular de 1933 ‘’todos los miembros del Capítulo Superior se encuentran de acuerdo en afirmar la necesidad de que se fijara un programa de estudios pedagógicos para cada período de la formación. Así el Consejero Escolástico, don Fascie, propuso las líneas generales’’[16] en el noviciado, el estudiantado filosófico, y el estudiantado teológico.

Así, con el salesiano Leoncio da Silva a la cabeza el Istituto Superiore di Pedagogia, se desarrollan los estudios pedagógicos en la Congregación Salesiana, dándole un gran impulso a la pedagogía y al estudio del sistema preventivo.

Con estos cinco primeros rectores mayores se fue gestando y dando importancia al eje fundamental en la Congregación y para toda la Familia Salesiana: el sistema preventivo.

Podemos ver por ejemplo en el sexto sucesor de don Bosco, don Renato Ziggioti una visión del educador salesiano como asistente. En una Conferencia a los superiores y docentes del PAS les dice: ‘’ el PAS tiene que formar a los docentes y a los superiores de nuestras casas de formación’’[17] y así reconoce que estos formadores deben tener la mentalidad y las formas salesianas, y dice: ‘’Lo primero de todo, es formar formadores con la mentalidad y el carácter de los educadores y sacerdotes nuestros’’[18].

Por último quiero destacar de esta conferencia y de la conclusión de ésta donde destaca tres cosas: la piedad, el buen orden y la asilencia. De ésta última dice lo siguiente: ‘’La vida salesiana es asistencia, y también vosotros –permitidme que os lo diga- sois asistentes de vuestros alumnos’’[19].

Tras don Luis Ricceri (1965-1977) nos encontramos con otro autor prolífero ha sido don Egidio Viganò (1977-1995) que nos va a hablar sobre todo sobre la evangelización de los jóvenes. En un escrito publicado por la CCS se nos ofrece un ‘’precioso comentario del Padre Viganó’’[20] donde nos expone cómo ‘’el Proyecto Educativo de Don Bosco es el elemento constitutivo del carisma salesiano’’[21].

Entre todos los puntos que expone uno muy importante es el de ‘’educar evangelizando’’[22] donde se nos propone cuatro cosas: presencia clara del fin último, un proceso educativo positivamente orientado hacia Cristo, una conciencia crítica y sentido del deber, a la luz del evangelio, y la palabra de Dios que, por su naturaleza se revela y nos interpela.

De la misma manera los siguientes rectores mayores darán una gran importancia a ese sistema como eje fundamental en torno al cual gire el carisma de don Bosco. Destaco el aguinaldo del Rector Mayor don Pascual Chávez en el año 2013 con el título: ‘’Como Don Bosco educador, ofrezcamos a los jóvenes el Evangelio de la alegría mediante la pedagogía de la bondad’’.


[1] J.M. Prellezo, Studio e riflessione pedagógica nella Congregazione Salesiana 1874-1941. Note per la storia, Ricerche Storiche Salesiane, Roma 1991, 50.

[2] Ibídem, 51.

[3] Ibídem, 51.

[4] J.M. Prellezo, Studio e riflessione pedagógica nella Congregazione Salesiana 1874-1941. Note per la storia, Ricerche Storiche Salesiane, Roma 1991, 52.

[5] Ibídem, 59.

[6] Ibídem, 59.

[7] Ibídem, 61.

[8] J.M. Prellezo, Studio e riflessione pedagógica nella Congregazione Salesiana 1874-1941. Note per la storia, Ricerche Storiche Salesiane, Roma 1991, 61.

[9] Ibídem, 62.

[10] Pontificio Ateneo Salesiano.

[11] Ibídem, 64.

[12] Ibídem, 65.

[13] Ibídem, 65.

[14] J.M. Prellezo, Studio e riflessione pedagógica nella Congregazione Salesiana 1874-1941. Note per la storia, Ricerche Storiche Salesiane, Roma 1991, 70.

[15] Ibídem, 70.

[16] Ibídem, 70.

[17] R. Ziggiotti, Conferenza del rev.mo Rettor Maggiore ai superiori e docenti del PAS, Torino-Crocetta, 1958, 18.

[18] Ibídem 18.

[19] Ibídem 18.

[20] E. Viganó, El Sistema Preventivo de D.Bosco, CCS Madrid, 1982, 6.

[21] Ibídem 6.

[22] Ibídem 44.

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