La fundadora del Movimientos de los Focolares, Chiara Lubich, se introduce en el mundo del misterio eucarístico, al que se acerca con confianza y confidencia, como amigo y como Dios.
Sus palabras nos acercan a una comprensión del Concilio Vaticano II muy certera desde una forma actualizada sobre lo que la Iglesia, desde su continuidad con la Tradición, ha querido profundizar y acoger en los textos de la mayor asamblea ecuménica del siglo XX.
Chiara es para todos una mística y maestra de la espiritualidad del s.XX. Para mí una gran teóloga a la que todavía la Iglesia no ha sido capaz de acoger en toda su amplitud.