DÍA 1: LLEGADA Y PRIMER CONTACTO CON ROMA
El primer contacto al llegar es dar un paseo por el centro histórico, recorriendo lugares emblemáticos como la Piazza Venezia y sus alrededores. Si te apetece una primera toma de contacto con la esencia romana, una caminata hasta la Fontana de Trevi para admirarla iluminada por la noche puede ser una experiencia inolvidable. Puedes aprovechar también para probar una cena en una trattoria típica y disfrutar de la gastronomía local.
DÍA 2: EL VATICANO Y SU ENTORNO
MAÑANA:
El día comienza con la visita a los Museos Vaticanos, accediendo por el lateral que está fuera de la plaza de San Padre, un impresionante recorrido por el arte y la historia, que culmina en la majestuosa Capilla Sixtina. Tras salir, puedes dirigirte a la Basílica de San Pedro, una de las iglesias más imponentes del mundo, con su espectacular cúpula y la icónica Plaza de San Pedro. Los museos abren de 9.00 a 18.00 horas (último acceso a las 16 horas). Lo mejor es ir por la mañana temprano porque se forman colas muy largas y no coger ningún guía de los que se ofrecen en la cola sino ir directamente y si queréis coger un audio-guía.
Aquí puedes encontrar información sobre la entrada. Si la compras online, aunque cueste 5 euros más evitas la inmensa fila: https://www.museivaticani.va/content/museivaticani/es/organizza-visita/tariffe-e-biglietti.html
Aquí tienes un mapa de museo: http://www.museivaticani.va/content/dam/museivaticani/pdf/visita_musei/servizi_visitatori/mappa_musei_vaticani.pdf
Ruta: Desde la estación Ottaviano-San Pietro (cercana al Vaticano), toma la Línea A (naranja) en dirección a Anagnina. Desciende en la estación Termini y haz transbordo a la Línea B (azul) en dirección a Laurentina. Baja en la estación Colosseo.
TARDE:
Después de un almuerzo cerca de la basílica, la tarde puede dedicarse a recorrer el área cercana. Un buen plan es caminar hasta el Castel Sant’Angelo para verlo desde fuera, y desde allí cruzar el río por el puente Umberto I. Siguiendo esta ruta, se llega a la elegante Plaza Navona, con la Fuente de los Cuatro Ríos y la Iglesia de Sant’Agnese. Si hay energía para seguir explorando, puedes visitar la Iglesia de San Luigi dei Francesi, el Panteón y la Iglesia de San Ignacio de Loyola, terminando en la emblemática Fontana de Trevi.
DÍA 3: RECORRIDO POR LA ANTIGUA ROMA
MAÑANA:
La mañana se centra en descubrir el corazón de la Roma imperial. Desde la parada de metro Colosseo, la primera gran vista es el impresionante Coliseo, que puedes admirar desde fuera o visitar su interior (Recomiendo la visita sólo por fuera, aunque también hay posibilidad de verlo por dentro). Cerca de allí, puedes subir hasta la Basílica de San Pietro in Vincoli para ver el famoso Moisés de Miguel Ángel, pero hay que subir un poco para volver después. Merece la pena.
El recorrido continúa bordeando el Foro Romano, contemplando sus ruinas y la historia que encierran. Más adelante, una subida te lleva hasta un mirador con una panorámica excepcional de los foros. Aquí también se encuentra la Cárcel de San Pablo y el Campidoglio, con la monumental plaza diseñada por Miguel Ángel. Descendiendo por las escaleras, se llega al Altar de la Patria, en la Plaza Venecia, donde se puede hacer una pausa para almorzar. Recomiendo visitar la iglesia de Santa Maria in Araceoli.
TARDE:
Por la tarde, puedes subir hasta el Palacio del Quirinal y luego visitar la Iglesia de Santa María de la Victoria, que alberga el famoso «Éxtasis de Santa Teresa» de Bernini. Cerca de allí, la Basílica de Santa María Mayor es otra joya que merece una visita antes de regresar al hotel.
DÍA 4: PLAZA DEL POPOLO, PLAZA DE ESPAÑA Y FONTANA DE TREVI
Mañana:
Este día comienza en la Plaza del Popolo, con sus imponentes iglesias gemelas y la Iglesia de Santa María del Popolo, donde puedes admirar algunas obras de Caravaggio. Desde aquí, caminando por la Via del Babuino, se llega a la Plaza de España, famosa por su escalinata y la iglesia Trinità dei Monti.
El recorrido sigue por la Via del Corso, una de las principales calles comerciales de Roma, y finaliza en la Fontana de Trevi, para disfrutarla a plena luz del día y lanzar una moneda en sus aguas.
Tarde:
Por la tarde, puedes tomar el metro para visitar la Basílica de San Juan de Letrán, una de las cuatro basílicas papales de Roma. Frente a ella, la Escalera Santa es un lugar de gran importancia religiosa y un sitio fascinante para conocer antes de cerrar el día.
DÍA 5: EL ENCANTO DEL TRASTEVERE Y LA BASÍLICA DE SAN PABLO
Mañana:
El día comienza con un recorrido por el pintoresco barrio del Trastevere. Para llegar, se toma el metro hasta Circo Massimo y se camina hasta la Bocca della Verità, pasando junto a las ruinas del Circo Massimo. Tras una breve visita, se cruza la Isla Tiberina para adentrarse en las calles adoquinadas del Trastevere, donde se pueden descubrir joyas como la Iglesia de Santa María in Trastevere. Este barrio es ideal para almorzar en alguna de sus trattorias tradicionales.
Tarde:
Por la tarde, se puede tomar el metro hasta la Basílica de San Pablo Extramuros, un majestuoso templo algo alejado del centro, pero que merece la pena visitar por su impresionante arquitectura y su importancia histórica. Es una de las basílicas más bonitas de Roma. Si tienes algo de tiempo no te la pierdas, a pesar de tener que dedicar bastante tiempo para ir.
DÍA 6: EXPLORANDO LAS CATACUMBAS
El último día en Roma se dedica a una experiencia diferente: la visita a las catacumbas. Para llegar, se toma el autobús 118 desde la zona del Coliseo. Este recorrido permite adentrarse en los antiguos cementerios subterráneos cristianos, llenos de historia y misticismo.
Después de explorar este fascinante lugar, puedes regresar al centro para disfrutar de una última comida y despedirte de la ciudad con un paseo tranquilo por alguna de sus plazas antes de emprender el regreso.