Nació el 9 de mayo de 1837 en Mornese en el seno de una familia campesina, primogénita de diez hermanos. Su padre era José y su madre Magdalena. En su trabajo en el campo sabe descubrir la presencia de Dios en el trabajo cotidiano y en la creación.
Su familia tiene que marcharse a la colina llamada Valponasca en 1849. Allí será espectadora de Dios, desde su famosa ventana, donde en numerosas ocasiones rezará el rosario a la virgen, avistando a lo lejos su apreciada parroquia, hasta la que caminará para asistir a la eucaristía.
Junto a su director espiritual, don Pestarino, participará de la Unión de las Hijas de María Inmaculada. A los 23 años el tifus llega a parientes suyos. En el cuidado atento a ellos Maín se contagia de la enfermedad. Tras una etapa convalenciente se recupera y se dedicará a la educación de las jóvenes del pueblo.
El 8 de octubre de 1864 se encuentra con don Bosco, junto al que fundará el 5 de agosto de 1872 el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Esto la llevará a Niza Monferrato en 1879 donde vivirá los últimos años hasta su muerte el 14 de mayo de 1881.
«La alegría es el signo de un corazón que ama mucho al Señor»