¿Por qué es necesario hablar de amorevolezza[1] cuando hablamos del Sistema Preventivo de don Bosco? Pues bien, como nos dice don Bosco en El sistema preventivo en la educación de la juventud: ‘’questo sistema si appoggia tutto sopra la ragione, la religione, e l’amorevolezza’’[2]. Lo cual quiere decir que esta amorevolezza, término que no traduciré hasta más tarde, es uno de los tres pilares fundamentales en los que se apoya su método junto con la razón y la religión.
Es curioso que los otros dos términos, razón y religión, son usados más veces en esta obra[3], pero el término amorevolezza lo usa solamente en esta frase. Sin embargo, es el centro de todo el sistema preventivo: ‘’Todos los restantes elementos o expresiones del sistema se iluminan con su luz’’[4]. Y será gracias a ella a través de la cual podremos entender el sistema preventivo.
Pero, ¿qué quiere decirnos don Bosco con el uso de este término? ¿Cómo se ha traducido al español? Intentaré responder a estas dos preguntas inmediatamente.
EL TÉRMINO AMOREVOLEZZA: ¿CARIDAD, AMOR, AMABILIDAD, DULZURA?
Si nos vamos a un diccionario de italiano podremos encontrar muchas definiciones sobre el término amorevolezza, pero que en realidad no coinciden en su totalidad con el concepto que don Bosco quiso dejarnos de este término. De ahí que nos preguntemos ¿qué entendía don Bosco por amorevolezza?
Es tan arriesgado traducir este término al español debido a las infinitas connotaciones que tiene para Don Bosco, que muchos salesianos en España usan el término sin traducirlo. En el libro Prevenir, no reprimir el traductor Arcadio Cuadrado no traduce en muchas ocasiones este término[5]. Por otra parte, nos encontramos con la dificultad de encontrar un término en español que signifique exactamente lo que don Bosco quería decir. Si nos vamos a mirar los libros traducidos nos encontramos con muchos términos: amor, cariño, amabilidad, dulzura, ternura, bondad, caridad…
Por tanto, veremos ahora cómo diferentes autores han traducido este término para pasar más adelante a intentar descubrir qué se nos quería transmitir con esta palabra.
Arcadio Cuadro, traductor ya mencionado, cuando traduce en el libro Prevenir, no reprimir este término lo hace con la palabra amor. Así nos traduce: ‘’este sistema descansa por entero en la razón, en la religión y en el amor’’[6]. Aunque como ya hemos citado anteriormente que prefiera conservar el término sin traducción.
José Manuel Prellezo, otro gran estudioso de la historia de la congregación salesiana, traduce amorevolezza como cariño. Y traduce la misma frase de la siguiente forma: ‘’este sistema se basa enteramente en la razón, la religión y en el cariño’’[7].
Fausto Jiménez, en su traducción propone: ‘’este sistema se apoya por entero en la razón, en la religión y en la amabilidad’’[8].
Jesús Graciliano que también es consciente de esta dificultad a la hora de traducir el término, utiliza el término amabilidad para traducir esta palabra, aunque se muestra dudoso de su traducción (‘’traduzcámosla así para entendernos’’[9]). Y así tras mostrarnos algunas palabras que se han usado para traducir en español nos dice: ‘’En realidad, ninguno de los términos empleados es capaz de dar el sentido original de la palabra italiana’’[10]. Y es que, podríamos estar buscando infinidad de traducciones y usos que se han hecho de esta palabra, pero es incluso el mismo don Bosco en sus escritos el que va dejando atrás el uso de este término para referirse a lo mismo con otros como dulzura.
ALGUNOS USOS DEL VOCABLO AMOREVOLEZZA EN LOS ESCRITOS DE DON BOSCO.
En Las Memorias del Oratorio don Bosco utiliza una sola vez la palabra amorevolezza. En el encuentro con Bartolomé Garelli, el primer joven con el que según el santo fundaría su oratorio, le pregunta: ‘’ ¿Has oído ya misa?, le dije con el cariño que me fue posible’’[11]. Me parece curioso que en lo que él considera los inicios del oratorio emplee este rasgo como la actitud primera que él mismo tiene hacia el joven, que luego se plasmará en su estilo educativo.
Obviamente, también en su escrito El Sistema Preventivo para la educación de la juventud emplea este término, pero como hemos dicho la usa una única vez: ‘’este sistema descansa por entero en la razón, en la religión y en la amorevolezza’’[12].
En el Ejercicio de la misericordia de Dios[13] dedica el cuarto día a hablar sobre esa amorevolezza con la que Dios acoge al pecador que es el primer motivo por el cual tenemos que agradecer.
También en Storia Sacra[14] utiliza el término en el capítulo V de la parte del Nuevo Testamento, sobre la parábola de la oveja perdida, para referirse a la forma con la que Jesús se acerca a los pecadores.
En El católico instruido[15] pone en el comportamiento papal ante el cisma anglicano, en el trattenimento XXVI, este rasgo de amorevolezza como actitud del papa ante la ira del rey Ferdinando V ante la imposibilidad de volverse a casar a través de la Iglesia Católica.
De nuevo pone en la persona de un sumo pontífice, en este caso del papa S. Urbano I, cuando escribe su vida y describe la actitud del Papa ante Tiburzio con la característica de la amorevolezza[16].
De Las tres vidas de jóvenes sólo en dos usará el término. Cuando escribe la vida de Michele Magone, da una serie de consejos a los sacerdotes que confiesan a jóvenes, y curiosamente el primero de ellos es: ‘’Acoged con amorevolezza a cualquier penitenta, pero especialmente a los jovencitos’’[17]. En el capítulo IV de la vida de Bessucco, en boca del maestro del joven propone este rasgo como una de las características de piadoso joven y traduzco: ‘’Se prestaba entre otras cosas con gran place a hacer leer a los más pequeños y lo hacía con tanta cortesía y con tanta amorevolezza que era muy amado y respetado por todos’’[18].
En una carta al padre Alessandro Checcucci, rector del colegio Nazareno de Roma, utiliza el término para referirse a la forma de ser de los jóvenes de aquel colegio: ‘’de cándida simplicidad y de tierna amorevolezza’’[19]. Cuando narra la historia de Severino, en el capítulo XXIV que trata sobre una reunión entre un cura y un ministro valdés. El sacerdote que va a visitar al enfermo Severino ‘’se dirige a mí (a él) con amorevolezza’’[20].
Más allá de cuántas veces escribiera esta palabra, podemos ver cómo es una que usa como cualidad sobre todo de los buenos sacerdotes y cómo no del santo padre.
Acabo este apartado con una frase de los recuerdos a los misioneros: ‘’Para cultivar la vocación eclesiástica insinuad: 1º amor a la castidad, 2º horror al vicio opuesto, 3º separación de los díscolos, 4º comunión frecuente, 5º caridad con signos de amorevolezza y benevolencia especial’’[21].
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE L’AMOREVOLEZZA EN DON BOSCO?
Este término significa ‘’amor manifestado y percibido como tal’’[22]. Es él mismo, don Bosco, el que en su escrito sobre el sistema preventivo nos da las pautas[23] a seguir para llevar acabo esto, que intentaré entresacar de dicho escrito con los siguientes puntos:
- Excluye todo castigo violento y procura alejar los mismos castigos suaves: Para ello el alumno es avisado previamente, de forma amistosa y preventiva.
- Se utiliza el lenguaje del corazón, mediante el cual se gana el corazón del alumno para obtener gran influencia sobre él, avisar, aconsejar y corregirlo.
- Evitar cualquier clase de apego o amistades particulares con los alumnos.
- Procúrese que los alumnos no estén nunca solos.
- Los asistentes deben preceder a los alumnos en el sitio donde deben reunirse.
- No dejar a los alumnos desocupados.
- Dar amplia libertad de saltar, correr, gritar a su gusto.
- Para la disciplina es buena la gimnasia, la música, el teatro, las excursiones…
- La comunión y la confesión frecuentes.
- Poner siempre en relieve la belleza de la religión.
- Las buenas noches.
Pietro Stella nos proporciona en su obra Don Bosco nella Storia della Religiosità Cattolica diferentes aspectos sobre este rasgo del método preventivo que intentaré traducir y señalar aquí:
‘’Es paternal, se demuestra en espíritu de familia y exige al alumno una confianza filial, según los esquemas mentales familiares, típicos de la ciudadanía rural, artesanal o de la mentalidad religiosa de la era absolutista, que contempla en la familia con preferencia la relación padre-hijo, más que aquel de fraternidad. Esto tiene como consecuencia deberes’’[24].
Además el autor por contraste nos muestra también lo que no es amorevolezza:
‘’No es atenuada por el temor respetuoso. El respeto en el sistema de don Bosco no debe provenir de elementos colaterales, como el temor por los castigos o por una cierta reserva del educador, el cual, por ejemplo, tras haber orientado el juego se retira. Don Bosco no teme que el respeto disminuya por el hecho de que el educador juegue con los alumnos, al contrario, el educador tiene que formar parte activa del mismo’’[25].
Pietro Braido nos señala cómo el término amorevolezza ‘’no se identifica con amor…indica más bien un conjunto de pequeñas virtudes de relación o actitudes y comportamientos entre personas, que se ponen de manifiesto en palabras, gestos…’’[26]
Y lo entiende entonces como ‘’afecto, benevolencia, benignidad, solicitud paterna y materna, también espiritual’’[27], ‘’amor asistencial-educativo, inseparablemente afectivo y efectivo’’[28] y añade otros datos que ya hemos dicho recogidos de don Stella.
Entre todas las formas mediante las que se han intentado comprender mejor este término me quedo con una nota a pie de página de Aldo Giraudo en su comentario a Las Memorias del Oratorio que traduzco aquí: ‘’una relación humana atenta a la persona del joven, sinceramente cordial y afectuosa, inspirada desde la caridad cristiana, que impulsa al educador a acercarse para comprenderlo y hacerse cargo de sus necesidades y de sus problemas’’[29].
INFLUENCIAS QUE LLEVAN A DON BOSCO A ACTUAR CON AMOREVOLEZZA.
Veremos ahora cuáles han sido los episodios de su vida, sobre todo en su infancia, y las personas que más han influido en la vida de don Bosco. Utilizaremos como libro de referencia Las Memorias del Oratorio, escrito por él mismo a petición del papa Pío IX como lo expresa en su introducción: ‘’Ahora se añade el mandato de una persona de suma autoridad, a la que es imposible oponer ningún tipo de dilación’’[30].
El sueño de los nueve años.
El sueño de los nueve años es el sueño más famoso y conocido. En este sueño, que como vemos lo tuvo a edad muy temprana, Juanito se encuentra cerca de su casa con un gran número de jovencitos. Éste al escuchar unas cuantas blasfemias se lanzó contra ellos ‘’usando los puños’’[31]. En ese momento se le aparece un hombre, que más tarde sabremos que será Jesús. Y he aquí la frase que le dice:
‘’No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos. Ponte ahora mismo, pues, a instruirlos sobre la fealdad del pecado y la belleza de la virtud. ’’[32]
Creo que podemos ver en este sueño, el primer impulso que lleva al futuro sacerdote a optar por un método preventivo y por esta amorevolezza. En un principio Juanito intenta usar el sistema represivo para hacer callar a esos ‘’chiquillos’’. Pero es el mismo Jesús quien le dice que ése no era el método, y que sería otro, el que más tarde él usará en sus oratorios, el sistema preventivo.
Podemos sacar de este breve fragmento muchísima reflexión. El uso de las palabras mansedumbre y caridad[33] hacen referencia clara a lo que entendía el sacerdote por amorevolezza. Y es que ‘’Don Bosco prefería usar otros términos que le eran familiares y que daban a entender más fácilmente a los salesianos lo que él quería decir: la invitación a la dulzura, a la mansedumbre en el trato con los jóvenes; a la caridad, a la paciencia…’’[34].
Además podemos igualar la última frase de este fragmento sobre la instrucción sobre la fealdad del pecado y la belleza de la virtud con una de las pautas: ‘’hágase resaltar la belleza, la grandeza, la santidad de esa Religión que propone medios tan fáciles y tan útiles a la sociedad civil, para la paz del corazón y la salvación del alma’’[35].
Mamá Margarita
Una de las personas más influyentes en la infancia y vida de don Bosco fue su madre Margarita claramente. Mujer viuda desde los 29 años, luchó por educar humana y cristianamente a ‘’tres niños -el mayor de los cuales era Antonio, hijo del primer matrimonio, el segundo José, y el más pequeño Juan-‘’[36] que había apenas cumplido dos años.
A pesar de su viudez, esta gran mujer no dejó nunca de educar, ‘’con firmeza y dulzura’’[37], a sus hijos. De aquí que sea de este amor y de la confianza que esta madre da a Juanito que él mismo extrae su forma de educar, que luego se reflejará en su método educativo. Él mismo nos describe así la forma de educar de su madre:
‘’Os diré que mi madre me quería mucho; yo tenía una confianza ilimitada en ella, y sin su permiso no hubiera movido un pie. Sabía todo, observaba todo y me dejaba hacer. Es más cuando me hacía falta una cosa, me la proporcionaba con gusto’’.[38]
¿No es esto mismo lo que el sacerdote aplica en el sistema preventivo? Veamos: Uno de los principios del sistema preventivo es el lenguaje del amor[39], que don Bosco ya había aprendido de una madre que se daba por entero y que amaba a incondicionalmente a sus tres hijos; además de la confianza que también es un punto clave, es clara la semejanza entre el sistema educativo en ese ‘’me dejaba hacer’’. Uno de los puntos de su sistema es: ‘’Dese amplia facultad de saltar, correr, gritar a su gusto’’[40].
Pero vayamos a otra escena significativa que intentaré poner en paralelo con el último punto del sistema preventivo titulado Una palabra sobre los castigos con una de las escenas más famosas de la infancia de don Bosco narrada por uno de sus biógrafos más importantes, Teresio Bosco.
¿Por qué Don Bosco quiso erradicar lo más posible de su sistema los castigos como vemos en el apéndice del texto que tratamos aquí? Encontramos en el episodio ‘’la vara en el rincón’’[41] el paradigma de esta gran convicción. Cuenta el episodio que Juanito se había dejado la conejera abierta con la consecuente escapada de los conejos por el prado. Margarita se enfadó mucho e hizo que el pequeño le trajese una vara que estaba siempre en el rincón, pero que nunca usó. Juanito pidió perdón a su madre y esta le sonreía.
Lo mismo ocurre en otro episodio contado más adelante, titulado ‘’La mancha de aceite crecía’’.[42] Dice así: un día, estando fuera su madre, Juanito partió un vaso de aceite. Tras una tarde de angustia, Juanito arrepentido cuenta todo a la llegada de su madre y le dice: ‘’esta vez merezco que me pegue’’ y le lleva el palo. ‘’Margarita le contempla un momento y después estalla en risas’’. Es el hecho de que Juanito cuente la verdad a su madre lo que hace que ésta no se ensañe con él.
Otro de los rasgos del sistema preventivo es el de no tener preferencias, o como él lo llama amistades particulares. En el episodio anteriormente citado de ‘’la vara en el rincón’’ su madre le da una gran lección. Nos cuenta que un día Juanito y José, su hermano, van al pozo con su madre. Ésta le da primero a José de beber y Juan se enfada. Así cuando su madre quiere darle de beber a él, éste le dice que no. Ella callada se marcha. Él, aturdido, la llama y le dice: ‘’ ¿Me da de beber también a mí?’’ y ella le responde: ‘’Creía que no tenías sed’’. Juan se da cuenta de que ella no quería hacer preferencias y le pide perdón a su madre.
Con una gran sencillez, pero a su vez con una gran sabiduría educa de tal manera esta mujer a sus hijos, que el mismo sistema preventivo que don Bosco hará famoso más tarde bebe de estos primeros años de la infancia de este gran educador, gracias a la figura amorosa de su madre.
La confesión es también uno de los puntos junto con la eucaristía fundamentales en su sistema preventivo. Y cómo no, de nuevo encontramos en su infancia y junto a su madre la importancia de estos dos sacramentos. Él mismo nos narra en Las memorias del oratorio su preparación a su primera comunión. Dice: ‘’Mi madre…durante la cuaresma, me había llevado tres veces a confesarme’’[43]. Si leemos esta parte nos daremos cuenta de la gran importancia que su madre daba a estos dos sacramentos, que luego se reflejarán como puntos fundamentales del sistema preventivo.
Giuseppe Lacqua.
Aunque no es demasiado relevante, me gustaría destacar también cómo desde los inicios de su andadura por la escuela don Bosco se encuentra con personajes que destacan, según él mismo nos narra, por su amabilidad.
Un ejemplo de ello es su primer maestro en la escuela elemental llamado Giuseppe Lacqua. Don Bosco nos lo describe así es sus memorias: ‘’Mi maestro era un sacerdote muy piadoso…quien fue muy amable conmigo, ocupándose con mucho interés de mi instrucción y, sobre todo, de mi educación cristiana’’[44]. Así podemos ver cómo en los primeros años y en los siguientes años como veremos con don Calosso, nuestro sacerdote no hace más que conocer a personas destacadas por la enseñanza por medio de la amabilidad y el cariño, la cercanía y la ternura.
Don Calosso.
Escasos meses (desde abril hasta noviembre de 1830) viviría Juanito junto a este capellán de Morialdo, pueblo vecino. Tras el encuentro con él un año antes camino a casa tras escuchar el sermón de los misioneros, don Calosso se da cuenta de la gran capacidad que Juanito tiene para los estudios y apuesta por él.
A pesar de las dificultades que pone el hermano Antonio, Juanito se va a vivir por fin con don Calosso. ¿Qué encontramos en este sacerdote que sirvió como base al sistema educativo de don Bosco? Ya nos lo dice Don Bosco: ‘’Conocí entonces el significado de un guía fijo, un amigo fiel del alma que hasta entonces no había tenido’’ y además ‘’comencé a gustar lo que es la vida espiritual’’[45]
Además de otros consejos como el de frecuentar los sacramentos de la confesión y la comunión, hacer una breve meditación o un poco de lectura espiritual, don Calosso es el primer guía espiritual que don Bosco encuentra.
Aunque en el sistema preventivo no viene explícito el hecho de tener un buen guía espiritual, está implícito y así se ha interpretado por sus hijos posteriormente. Más tarde como veremos con nuestro siguiente personaje esta convicción se consolidará.
Don Cafasso
El siguiente personaje que marca, y mucho este rasgo en la vida y pedagogía de don Bosco es don Giuseppe Cafasso. Más allá de la problemática de la fecha de su primer encuentro, este joven seminarista con el que se encuentra marcará definitivamente la vida de don Bosco. Este santo fue director espiritual de don Bosco años antes de la ordenación. Tras la ordenación de Don Bosco en 1941, tras unos meses de ayudante temporal en Castelnuovo, éste fue aconsejado por don Cafasso a estudiar moral y predicación en el Convictorio eclesiástico. Y así sucedió.
Pero, además de la gran capacidad de obediencia, ¿qué podemos tomar de este santo que influyera en el Sistema Preventivo? La confianza y el apoyo constante, que don Bosco propone en su sistema preventivo, tienen sus primeros atisbos en este santo sacerdote.
Don Cafasso estuvo siempre para ayudar a don Bosco en todo y ‘’no le falló nunca’’[46]. También promovía ‘’la frecuente recepción de sacramentos’’[47] sobre todo el de la comunión y la confesión, que serán pilares fundamentales en el Sistema Educativo de don Bosco. Además fue él el que lo ayudó a descubrir que debía trabajar con los jóvenes ya que lo mandó a las cárceles y a ver la realidad de Turín, gracias a lo cual optó por una vida dedicada enteramente a los jóvenes pobres y abandonados.
San Francisco de Sales
Este santo, nacido casi tres siglos antes de don Bosco, fue una figura fundamental su vida. Influyó tanto en él, que intentó imitarlo lo mejor posible. De ahí que el último de los tres propósitos de su ordenación sacerdotal fue: ‘’la caridad y la dulzura de san Francisco de Sales serán mi norma’’[48]. Y así lo hizo y lo entendió.
Por ello es muy importante entender la amorevolezza como la dulzura de San Francisco de Sales. Resulta que para Don Bosco, y sobre todo, ‘’en los últimos años…la amorevolezza es entendida y formulada por Don Bosco, en sintonía con el pensamiento del doctor de la caridad, San Francisco de Sales’’[49].
Era tan importante que tanto el primer asentamiento del oratorio como el último de Valdocco fundado por él llevaron el nombre de Oratorio de San Francisco de Sales. Del primero escribe dos razones para llamarlo así:
‘’1.ª, porque la marquesa de Barolo abrigaba la intención de fundar una congregación sacerdotal con dicho título, por lo que hizo pintar la imagen del santo, que todavía se contempla a la entrada del local; 2.ª, porque nuestro ministerio exige gran calma y mansedumbre, nos pusimos bajo la protección de san Francisco de Sales…’’[50].
Tras ubicar en 1846 definitivamente en Valdocco el oratorio, cuatro años más tarde comenzaría con la construcción de ‘’una iglesia más decorosa para el culto y mejor adaptada’’[51] a la que pondría el bajo el título de San Francisco de Sales.
El 26 de enero de 1854 don Bosco propuso a cuatro muchachos (Rocchietti, Artiglia, Cagliero y Rua) ‘’con la ayuda del Señor y de San Francisco de Sales, una experiencia de ejercicio práctico de caridad con el prójimo’’[52] dando el nombre de Salesianos a aquellos que la practicasen.
En 1859 fundará la Sociedad de San Francisco de Sales, una congregación cuyo fin será el de ‘’promover y conservar el espíritu de la verdadera caridad que se requiere en las obras de los oratorios para la juventud abandonada y en peligro’’[53].
Vemos por tanto la importancia que dará al santo de la caridad que influirá claramente en que tenga como uno de los pilares del sistema educativo esta amorevolezza.
¿CÓMO VIVEN LOS SALESIANOS L’AMOREVOLEZZA?
Tomando el capítulo quinto de la obra Don Bosco al alcance de la mano y las constituciones salesianas veremos cómo viven los salesianos esta amorevolezza.
La primera expresión de la amabilidad es la alegría. Esta alegría se manifiesta a través de los juegos, las bromas, las amenísimas conversaciones[54]. En el sistema preventivo Don Bosco nos dice: ‘’Dese amplia facultad de saltar, correr, gritar a gusto. La gimnasia, la declamación, el teatro, las excursiones…’’[55].
Y así lo han intentado vivir sus hijos a través del artículo 17 de las constituciones: ‘’El salesiano no se deja abatir por las dificultades, pues confía plenamente en el Padre… Está siempre alegre, porque anuncia la Buena Noticia. Difunde esa alegría y sabe educar en el gozo de la vida cristiana y en el sentido de la fiesta: Sirvamos al Señor con santa alegría’’. A través de todas esas actividades ya citadas, teniendo como ambiente principal el patio, don Bosco y los salesianos han vivido en alegría todo este entramado pedagógico. No sólo como mera teórica alegría, sino como una alegría que educa desde la vida.
La siguiente expresión es la paternidad educativa del director: ‘’Los alumnos tengan siempre sobre sí el ojo atento del director o de los asistentes, que como padres amorosos, hablen, sirvan de guía en cada ocasión, den consejos y corrijan amablemente’’[56].
Los salesianos según el artículo 15 viven esta paternidad:
‘’Enviado a los jóvenes por Dios, que es todo caridad, el salesiano es abierto, cordial, y está dispuesto a dar el primer paso y a acoger siempre con bondad, respeto y paciencia. Su afecto es el de un padre, hermano y amigo, capaz de suscitar correspondencia de amistad: es la amabilidad tan recomendada por Don Bosco…’’.
En el Sistema Preventivo, como nos dice don P. Braido, las buenas noches serán muy importantes. Así ‘’cada tarde…y antes de que los alumnos se vayan a dormir, el director, u otro en su lugar, dirija algunas palabras afectuosas en público’’[57]. De esta forma podemos ver cómo éstas también serán expresión de nuestra amorevolezza salesiana.
Para
explicitar más esta paternidad espiritual don Braido nos propone dos formas más
de expresarla: la famosa palabrita al oído y la dirección espiritual, aunque no venga explícitamente en el
Sistema Preventivo.
[1] Utilizaré la palabra en cursiva cuando esté escribiendo en español, y lo pondré normal cuando cite en italiano. Pondré l’amorevolezza en los títulos de los apartados y en las citas en italiano que la contengan de esta forma.
[2] istituto storico salesiano, Fonti salesiane 1 Don Bosco e la sua opera, Librería Ateneo Salesiano, Roma 2014, 434. En español se traduce: este sistema se apoya todo en la razón, religión y amorevolezza.
[3] Me refiero a la obra citada anteriormente titulada Il sistema preventivo nella educazione della gioventù.
[4] P. Braido, Don Bosco al alcance de la mano, Central Catequística Salesiana, Madrid 1986, 72.
[5] P. Braido, Prevenir, no reprimir, Central Catequística Salesiana, Madrid 2001, 318-335.
[6] P. Braido, Prevenir, no reprimir, Central Catequística Salesiana, Madrid 2001, 319.
[7] J.M. Prellezo, La tarea de educar en la experiencia ‘’oratoriana’’ de Don Bosco, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 53.
[8] J. Bosco, El amor supera al reglamento, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 309.
[9] E. Alburquerque, Espiritualidad salesiana 40 palabras clave, Central Catequística Salesiana, Madrid 2013, 37.
[10] Ibídem, 37.
[11] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 90. En italiano: Hai già udita la messa? gli dissi colla amorevolezza a me possibile
[12] J.Bosco, Opere edite Vol. XXVIII, Libreria Ateneo Salesiano, Roma 1977, 424.
[13] J.Bosco, Opere edite Vol. II, Libreria Ateneo Salesiano, Roma 1977, 145-160.
[14] Ibídem, Vol. III, 175.
[15] Ibídem, Vol. IV, 451.
[16] Ibídem, Vol. XI, 477.
[17] Ibídem, Vol. XIII, 181.
[18] Ibídem, Vol. XV, 268.
[19] J.Bosco, Opere edite Vol. XVIII, Libreria Ateneo Salesiano, Roma 1976, 304.
[20] Ibídem, Vol. XX, 166.
[21] P. Braido, Don Bosco educatore scritti e testimonianze, Librería Atenea Salesiana, Roma 1977, 203.
[22] J.M. Prellezo, La tarea de educar en la experiencia ‘’oratoriana’’ de Don Bosco, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 53.
[23] Estas diferentes pautas vienen a ser un compendio sacado del mismo escrito sobre El sistema preventivo escrito por don Bosco.
[24]P. Stella, Don Bosco nella storia della religiosità cattolica II, Librería Ateneo Salesiano, Roma 1981, 461.
[25] P. Stella, Don Bosco nella storia della religiosità cattolica II, Librería Ateneo Salesiano, Roma 1981 461.
[26] P. Braido, Prevenir, no reprimir, Central Catequística Salesiana, Madrid 2001, 323.
[27] Ibídem, 323.
[28] Ibídem, 324.
[29] J.Bosco, Memorie dell’Oratorio, Librería Ateneo Salesiano, Roma 2011, 128.
[30] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 3.
[31] Ibídem, 10.
[32] Ibídem, 10.
[33] En italiano: mansuetudine e carità.
[34] E. Alburquerque, Espiritualidad salesiana 40 palabras clave, Central Catequística Salesiana, Madrid 2013, 37.
[35] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 394.
[36] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 6.
[37] T. Bosco, Don Bosco: una biografía nueva, Central Catequística Salesiana, Madrid 1979,33.
[38] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 18.
[39] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 394.
[40] Ibídem, 394.
[41] T. Bosco, Don Bosco: una biografía nueva, Central Catequística Salesiana, Madrid 1979,36.
[42] T. Bosco, Don Bosco: una biografía nueva, Central Catequística Salesiana, Madrid 1979, 38.
[43] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 18.
[44] Ibídem, 10.
[45] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 22.
[46] A. J. Lenti, Don Bosco: Historia y carisma 1, Central Catequística Salesiana, Madrid 2010,351.
[47] Ibídem, 351.
[48] T. Bosco, Don Bosco: una biografía nueva, Central Catequística Salesiana, Madrid 1979,115.
[49] P. Braido, Prevenir, no reprimir, Central Catequística Salesiana, Madrid 2001, 331.
[50] J. Bosco, Memorias del oratorio de San Francisco de Sales, Central Catequística Salesiana, Madrid 2003, 101.
[51] Ibídem, 165.
[52] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 103.
[53] Ibídem, 104.
[54] P. Braido, Don Bosco al alcance de la mano, Central Catequística Salesiana, Madrid 1986, 57.
[55] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 394.
[56] Instituto Histórico Salesiano, Fuentes Salesianas. Don Bosco y su obra, Central Catequística Salesiana, Madrid 2015, 393.
[57] Ibídem, 395.